Descripción
Simón Draco no es precisamente un santo. Ex–mercenario en el Congo, detective privado en Londres por pura supervivencia, y hombre acostumbrado a mirar a la muerte sin pestañear. Pero incluso para alguien como él, el encargo que recibe en plena madrugada tiene un olor extraño, casi rancio: viajar a Hamburgo para recoger dos piedras negras vinculadas a un legado templario que lleva siglos generando obsesiones, traiciones y cadáveres.
Lo que parecía un trámite se vuelve una pesadilla desde el primer minuto. El anciano encargado de entregarle las piedras aparece muerto entre sombras que no explican nada, y Draco apenas tiene tiempo de reaccionar antes de que el caos empiece a perseguirlo de vuelta a Londres. Allí lo espera otro golpe: su antiguo coronel el hombre que le encargó el trabajo, su única pista, el puente con su pasado también ha sido asesinado.
De pronto todo encaja… y nada encaja. Draco entiende que alguien lo está cercando y que este juego no es nuevo: la mafia rusa, en su versión más brutal y sanguinaria, quiere las piedras. No para coleccionarlas. No para estudiarlas. Para algo mucho peor.
A medida que investiga, Draco descubre que las piedras negras no son simples reliquias. Forman parte de un rompecabezas templario que apunta a un hallazgo capaz de reescribir la historia religiosa de Occidente. Un secreto tan explosivo que quienes lo conocen terminan en el suelo antes de poder contarlo.
Con Londres ardiendo a nivel subterráneo, Hamburgo convertida en un eco de amenazas y sus propios fantasmas tirando de él, Simón Draco tendrá que decidir si enfrenta a una mafia que no perdona, si sigue el rastro templario hasta el final… o si se rinde antes de que la sangre la suya, o la que buscan de hace siglos termine marcando el desenlace.
Una novela de conspiraciones, violencia quirúrgica y misterio histórico, donde Nicholas Wilcox lleva al límite la tensión acumulada en toda la trilogía. Un cierre arrollador que mezcla arqueología, religión, espionaje y crimen organizado en un pulso que no da respiro.











Miguel.L –
Una auténtica locura de principio a fin. Simón Draco es de esos protagonistas que te arrastran por las páginas sin darte tiempo a respirar. La mezcla de acción, conspiración religiosa y ese toque oscuro marca de la casa está muy bien equilibrada. El final me dejó con la boca abierta. Sin duda, el mejor cierre posible para la trilogía.
Vesta Books –
¡Gracias por tu valoración! Nos alegra que hayas disfrutado del viaje final de Simón Draco. La sangre de Dios busca precisamente eso: tensión constante, misterio templario y un cierre a la altura. Saber que el final te sorprendió es el mejor premio. ¡Gracias por acompañar toda la trilogía!