Iósif Brodski (en ruso: Иóсиф Александрович Брóдский), posteriormente conocido como Joseph Brodsky, fue un poeta ruso-estadounidense de origen judío. Nació el 24 de mayo de 1940 en Leningrado, ciudad hoy conocida como San Petersburgo, en el seno de una familia judía de clase trabajadora. Creció en un entorno marcado por la posguerra y las restricciones impuestas por el régimen soviético. Desde joven desarrolló un interés insaciable por la lectura, adentrándose en la poesía rusa clásica y en traducciones de literatura extranjera. Su educación formal fue breve; abandonó la escuela secundaria a los quince años para desempeñar trabajos manuales, desde operario en una fábrica hasta técnico en expediciones geológicas.
Durante su adolescencia empezó a escribir versos, influido por la musicalidad de Anna Ajmátova y la densidad de Ósip Mandelstam. La ausencia de una formación académica ortodoxa se compensó con un aprendizaje autodidacta y una curiosidad voraz. A mediados de la década de 1960, sus recitales en pequeños círculos literarios lo convirtieron en figura emergente de la poesía no oficial. Esa visibilidad atrajo también la atención de las autoridades, que lo acusaron de "parasitismo social", un cargo utilizado para silenciar a intelectuales independientes.
En 1964 fue arrestado, sometido a un juicio que se volvió célebre por su defensa apasionada de la libertad creativa, y condenado a 5 años de trabajos forzados en el Ártico. Cumplió sólo 18 meses gracias a la presión internacional de escritores y artistas. Esa experiencia endureció su visión del mundo y reforzó su convicción de que la poesía podía resistir cualquier forma de opresión.
Durante los años siguientes, continuó escribiendo y publicando en samizdat ediciones clandestinas que circulaban al margen de la censura, al tiempo que realizaba traducciones de poetas ingleses y estadounidenses. La hostilidad oficial nunca cesó; en 1972, presionado por el gobierno, aceptó el exilio forzoso y partió hacia Viena, para luego establecerse en Estados Unidos con la ayuda de W. H. Auden y otros intelectuales.
Instalado en Norteamérica, inició una carrera académica como profesor en universidades como Michigan, Mount Holyoke y Columbia. Allí perfeccionó su dominio del inglés y comenzó a escribir directamente en esa lengua, ampliando su audiencia y consolidando un estilo que fusionaba la tradición rusa con la poesía metafísica anglosajona. Obras como A Part of Speech (Poemas selectos) y To Urania revelaron esa síntesis cultural única, mientras sus ensayos, reunidos en Less Than One, exploraban reflexiones sobre literatura, memoria y estética.
En 1987 recibió el Premio Nobel de Literatura, reconocimiento que lo situó en el centro de la escena literaria internacional. El comité destacó su "clara intensidad del pensamiento" y su "amplitud de perspectiva". No obstante, nunca abandonó la distancia irónica frente a los honores, manteniendo un tono crítico hacia los sistemas políticos y culturales.
La década final de su vida estuvo marcada por una producción constante y por la publicación de Watermark, una meditación sobre Venecia que combinaba prosa poética y memoria personal. Falleció el 28 de enero de 1996 en Nueva York, víctima de un infarto, dejando una obra que trasciende fronteras idiomáticas y temporales.
Su legado perdura como el de un poeta que convirtió el desarraigo en un territorio fértil, donde la lengua y la imaginación desafiaron el peso de la historia. En sus versos y ensayos late una convicción inquebrantable: la palabra, cuando se pronuncia con verdad, siempre encuentra un lugar donde permanecer.